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sábado, 29 de enero de 2011

Un taxista en apuros

Por Rosa Gatón.
El día prometía alegre, Elisa llamó a su amiga para ir a la feria de Torremolinos.
Recibía un regalo de empresa en una caseta y como sola no le apetecía ir llamó a su amiga y dijo:¿Me acompañas? Ni corta ni perezosa contestó Inés: ¡claro! Una excusa perfecta para ir de feria.
Cogieron un taxi. Todo normal hasta que una vez iniciada la carrera y en medio del tráfico Eugenio el taxista la miró por el espejo retrovisor y dijo: no sé ir a Torremolinos, las voy a bajar aquí mismo.
Atónita Inés lo miró y dijo:¡Pero hombre! ¿Cómo quiere usted bajarnos en medio del tráfico?
Miró a Elisa mostrando incredulidad, pero esta sin pestañear miraba por la ventanilla controlando la risa que estaba a punto de soltar.
Continuó Eugenio la ruta esperando que en algún momento dijeran: Aquí mismo nos bajamos, pero eso no ocurrió.
Fue contando que era la primera vez que cogía el taxi, que ni siquiera era suyo...Acordándose Inés de la ruta que hacía el autobús dijo: a la entrada de Torremolinos está la estación de autobuses y sé llegar hasta ahí; le preguntaremos a alguien que nos indique. Así fue, llegaron a la parada de taxi y preguntó a un compañero desde la ventanilla del coche: ¿Cómo llegamos al recinto ferial? Después de oír todas las explicaciones le dijo a Inés:¿Se ha enterado usted ya? A lo que respondió: el que se tiene que enterar es usted que es el que nos tiene que llevar.
Eugenio le dijo al compañero “tira palante” que yo te sigo.
No podía creer lo que le estaba pasando: ella dirigiendo al taxista, Elisa pegada a la ventanilla sin rechistar, y el buen hombre que una vez, llegó al destino, preguntó: ¿y ahora cómo regreso?Ya con la paciencia agotada le dijo: busque a otro compañero que lo saque de aquí.
Así fue como se marchó Eugenio, y dio comienzo la feria.

domingo, 23 de enero de 2011

Se me olvidó otra vez

Por Amelia de los Ríos.

Se me olvidó otra vez apagar el despertador. Abro los ojos, ¡qué lejos está! – pienso, y me doy la vuelta en la cama-. No deja de sonar cada vez más fuerte: va a levantar a toda la casa y me quitarán mi espacio de tranquilidad, así que salgo de la cama y callo el maldito reloj.
Se me olvidó otra vez desde cuándo no me observo con detenimiento. Después de lavarme la cara me miro en el espejo y, ¡doloroso horror! No me reconozco; siempre con tanta prisa, y para cuando un día paras y caes en la cuenta, te preguntas: ¿pero quién es esa que está en mi cuerpo? ¡Si parece mi madre! ¡Con lo que la critiqué por llevar esos pelos!
Se me ha olvidado hablarle a mi niña interior, ¿desde cuándo estás ahí callada, sin tiempo para hablar ni nadie que te escuche? Continúa sintiéndose sola, abandonada, e incomprendida, como simple moneda de cambio entre bandos, aunque ahí sigue, sin perder la esperanza de recibir un poquito de atención.
Se me ha olvidado otra vez lo que era sentir la ilusión por descubrir el mundo y la libertad de sentirme creativa; firmé un contrato, cambiándolas por una estable seguridad, ahora patrona de mi rutina... y de toda mi vida.
Se me ha olvidado otra vez sopesar los pro y contras, sentir lo que es real y lo que no. Cuando llevas mucho tiempo casada te llegas a acostumbrar tanto a la otra persona, que realmente no la ves: das por sentado que está ahí.
Y se me ha olvidado otra vez quererme y sentirme querida.

jueves, 20 de enero de 2011

Lolilla

Por Amor de Pablo.

En Tapia nació una niña la más chica de cuatro hermanos
Por nombre le pusieron Dolores, Lola o Lolilla
Dependiendo del ambiente por todos ellos atiende

Resultó la niña ser empollona y muy listilla
Rumió su padre: Ésta no trabajará con sus manos
La envío pues a Archidona que seguro que algo aprende

Después se vino a Málaga para estudiar Magisterio
Más no acabó la carrera
Ya que Lolilla intuyó que enseñar era un misterio

Cómo le gusta la literatura empezó con Cervantes
Pero no de teatrera sino a trabajar de camarera
Allí gruñía detrás de la barra cuando había mucha gente
Pero de vez en cuando le echaba piropos a los clientes

Cuando se acabó La Ópera resolvió poner un bar
Muy cerquita del teatro para no tener que andar
Pensó: ¿cómo le pongo?
Si trabajé con Cervantes no le puedo traicionar
Iba dándole patadas a una piedra y exclamó:
¡Ya lo tengo! Se llamará Saavedra

En el bar de sus dominios trató a muchos personajes
Con muy distintos oficios y de diverso pelaje
Dicen las malas lenguas que éramos gente de mal vivir
Y que por las noches no les dejábamos dormir

Así pasaron los días y los meses y los años
Y de repente a la Lola le sonó el reloj biológico
¡Madre mía! Se dijo, que tengo 37 años
Si no tengo pronto un hijo, tendré que montar un zoológico
Puso manos a la obra y parió un niño moreno
Según ella misma dice, le salió bastante bueno

Y llegados a este punto aquí estamos reunidos
Su hermana Julia, que desde Tapia ha venido
También está Margarita, chiquitilla de tamaño
Pero “mu” grande por dentro, no nos llevemos a engaño

Ana y Paqui, dos amigas que gracias a sus niños
Te tienen mucho cariño
Y aquí está la tata Antonia, una mujer de bandera
Lo mismo te da un consejo que te limpia la nevera

Convocados, así mismo, fueron Belinda y Manolo
Entre todas las mujeres tenemos un hombre solo
Y por último, aunque no menos importantes
Pepa y Amor, recitadoras y autoras de estos ripios
¡Aquí nos tienes, expectantes!
Por recibir tu indulgencia aunque sólo sea por principios

jueves, 13 de enero de 2011

SOLDADO

Por Paco Torres.

Aquí estoy, otra vez, en el suelo de un país que no sabría señalar en un mapa, en un lugar que no me importa y defendiendo una causa que pasa por humanitaria. Aunque vaya usted a saber qué habrá detrás (como siempre).
Mis orígenes, aunque sea ponerse un poco pedante, se remontan casi hasta los inicios del hombre.
Desde el momento en que alguien fue capaz de engatusar a un grupo y organizarlo para que, armas en mano, defendiera alguna empresa, ahí estuve yo.
Con Alejandro, Aníbal, César o Napoleón, estuve con ellos que pasan por ser los más grandes y también, con todos los demás. Pero no corran a los libros de historia o a la “red”.No aparezco en sitio alguno(a no ser que lo haga como número y estadística).
Hablando de aparecer, les ruego me disculpen, he emborronado casi todo el folio que tenía para hablar de mí (tampoco esperaba que me concedieran mucho más) y no me he presentado: Soldado. Soy, y he sido siempre, Soldado. Pueden ponerme el nombre, la cara, el aspecto; e incluso el atuendo o uniforme que ustedes quieran. Da igual, soldado. Dicen algunos, de los llamados intelectuales, que soy una consecuencia de mi ignorancia y mi necesidad (Dale formación a un soldado y desertará, escribió otro).
En algunas épocas de la historia, como la actual, he pasado por profesional (entre paro y ejército, ejército).Pero no me engaño, siempre he sido el mismo: alguien que ha matado y se ha dejado matar; sin saber por qué y, lo que es peor, sin ser capaz de impedirlo.
A mi favor solo puedo decir que: en una u otra época, en uno u otro bando; siempre lo he pagado con mi sangre. De la cual, por cierto, nunca se ha escrito nada.

miércoles, 12 de enero de 2011

Curiosidad

Confieso que mi ignorancia en el mundo de los blogs en infinita. Hace poco, y accidentalmente, me enteré de la posibilidad de consultar de dónde provienen los visitantes de un blog. Tras más explicaciones de las necesarias para un hombre adulto, consigo averiguar por fin, desde dónde nos honra la gente con sus visitas, aunque son muy pocos los que comentan (cada uno/a tendrá sus razones). A resultas. Lo que sin duda parecerá baladí para cualquier bloguero experto, para servidor, cuanto menos, la anécdota le resulta llamativa. Y es que la curiosidad no es un asunto menor. Veamos: miles de visitantes españoles. Normal en procedencia, aunque no en número. Nos sigue en el escalafón, México. Vaya. Y continúo, por orden: Estados Unidos. Vaya, vaya. Y sigue... ¡Letonia! Ahí es cuando me veo obligado a preguntar si estas estadísticas son fiables. Quien entienda de esto, me sabrá decir... Continúa Países Bajos. Ya cualquiera es el guapo que dice algo. Luego viene Perú. Detrás, Colombia, Argentina, Ecuador y Chile. Y, de nuevo, la hecatombe: ¡Eslovenia! Cierran la lista: Alemania, Costa Rica, Francia y República Dominicana.
Mientras alguien me explique que esto es lo más normal, y que sus visitantes son más y de procedencia muy heterogénea, yo, que no escribí ni un simple relato en este blog, solo puede dar las gracias en nombre de todos los integrantes del Taller (que sí lo hicieron mucho y bien), a quienes desde lugares tan remotos (y no tanto) dignificaron nuestra humilde labor, por lo general, con su silente visita.
Un fuerte abrazo para todos/as.