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viernes, 29 de octubre de 2010

ETOPEYA

Por Pepe de la Torre.
Justo Alberto tiene una moral conformada a su conveniencia. Recuerda que allá en su juventud comenzó patrullando en clubes de los más honrados "tiratipias", aquellos inquebrantables socios de la educación en la revolución, pero que nunca llegaban ni a la mitad del camino. Años después, alardeaba de su pertenencia al bando restringido del "artisteo epigonal" y de la creación fronteriza. Adoptó la imagen de dandi y llegó a utilizar corsé. Pero ya con los años, tras una crisis de la vocación que nunca tuvo, y cansado de tanto paripé, se instaló en la desconfianza y el pesimismo. Adoptó una expresión conminatoria hacia el género humano y dejó en evidencia su alma de mármol.

28 comentarios:

  1. ¡Qué miedo me da Justo Alberto! No me gustaría cruzármelo en el camino.

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  2. Esta muy bien hiparión es un personaje con muchas facetas. Miedo no, al final enseña su alma de mármol.
    Por cierto aprovechado que estoy medio inspirar voy a poner un microrrelato en mi blog.
    Besos para todos.

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  3. Buenos días a todos/as.
    Aquí tenemos un ejemplo que da mucho juego. Amén de ser una buena etopeya, describiendo la personalidad de un individuo que, de tener continuación en una novela, sería un claro personaje evolutivo, no se puede pasar por alto el nombre del caballero. Hay mil cosas en literatura que pueden distraer la atención del lector (indebidamente). Con el exótico nombre, casi nos perdemos el fondo del ejercicio...
    Y, aprovechando, quisiera pulsar vuestra opinión lectora (que será de importancia a la hora de escribir), sobre un tema, para nada, menor. El uso por el autor de palabras no habituales en el lenguaje. ¿Es de vuestro agrado esta práctica (en general) o no? Interesante, para todos/as, será conocer vuestra opinión sobre el particular.
    Un saludo.

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  4. Yo respecto al uso de palabras no habituales, me pierdo un poco el fondo del tema al tener que dedicar mas atención a las palabras en sí. Me gusta los tonos mas coloquiales, (es una opinión muy particular) sobre todo, por cuestión de optimizar el tiempo que puedo dedicarle al texto. Ya tengo bastantes palabras técnicas en el trabajo diario. No obstante, me quito el sombrero ante el microrrelato de Pepe. Enhorabuena. Un abrazo

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  5. Tremendamente interesante la opinión de Amelia. Las palabras de uso no habitual, al igual que ha pasado con el particular nombre del protagonista del texto colgado, la distraen del fondo. Obviamente, hay partidarios y detractores de un lenguaje, llamémosle "rebuscado". Uno de los motivos que esgrimen los detractores (aunque no el principal), es el expuesto aquí por Amelia.
    Gracias por tu certera aportación. Me gustaría conocer más.
    Besos.

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  6. Entro por aquí de rebote de salto en salto por blogs y me parece FASCINANTE vuestra pagina
    Da gusto!!!<prometo volver y aprender un poquito

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  7. Hay que saber utilizar las palabras rebuscadas y aquí el sabio Hiperión lo hace a la perfección, como no podía ser de otra manera. Yo particularmente no suelo usarlas, pero más por falta de oficio que por otra cosa. Ya he vuelto al patio después de una semana de juer... digo de seminario de recursos humanos.

    Saludos a todos.

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  8. buenas tardes a todos,he visto colgado el texto de pepe y efectivamente he tenido la misma sensación que cuando leí la caverna, me distrae y me hace perder el hilo las palabras rebuscadas ,ya lo exprese en el club de lectura, que el argumento de la novela me parecía muy bueno y entendible, pero su forma de narrarlo me hacia perder el hilo y digamos que conseguí acabarlo porque el argumento me atrajo si llega a ser menos atractivo lo dejo de inmediato, es verdad que yo no soy raton de biblioteca por lo tanto no tengo tanto oficio como vosotros, ni mi base cultural es tan sólida como la vuestra, lo que si tengo claro es que si no me motiva pierdo el interés. No se si he aclarado algo con mi aportación, es más diré que me han gustado mas otros textos de Pepe que éste pero entiendo que ha cumplido perfectamente con lo que se pedía en el ejercicio,la descripción es perfecta , seguiré por vuestro camino a ver si aprendo. besos a todos
    Miguel, ya has terminado el seminario, pues el martes pasaré por la copistería , así que nos veremos.

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  9. ¿Hay que decidirse por una de las dos opciones? Yo disfruto con un autor que introduce palabras no habituales, pero encajadas como un guante en el texto, porque algunos otros casos están con metidas con calzador. Igualmente disfruto con un texto de vocabulario cotidiano y con chispa. En ocasiones y adrede yo soy cultista, y me gustaría saber si produce un efecto de pedantería

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  10. Buenas noches a todos/as.
    El debate, más que interesante (que también), era imprescindible y el ejemplo lo servía en bandeja.
    Antes que nada, saludos para Miguel (te han hecho un guiño claro sobre la copistería...yo no lo dejaba pasar), que, por cierto, no te has mojado. Saludos para Kabila, que explica perfectamente el porqué no le gustan las palabras "rebuscadas", y para Hiperión que viene a centrar el debate en el punto de mira exacto. A falta de más opiniones, voy aportando la mía. No creo que el aspecto esencial sea el mayor o menor dominio del vocabulario. Obviamente se habla de la conveniencia/inconveniencia del uso de las palabras meritadas, por parte de los que sí tienen la base suficiente. Si me voy a mojar, aunque hace tiempo que ya no defiendo un único punto de vista. Por mi parte, el escritor debe hacer uso de su herramienta, que no es otra que el castellano. Si no la cuida desprecia su oficio, el legado que recibió de otros, y deja una herencia paupérrima para futuras generaciones (la literatura del sms). Sin apartarme de ese particular punto de vista, no es menos cierto, y comprendo, que la literatura actual nada tiene que ver con la precedente (ese sería otro debate interminable, que aquí no toca...). A resultas de la demanda actual, el lenguaje culto patina y es denostado por quienes defienden dos puntos de vista muy concretos, que con excelente juicio ya habéis expuesto. Primero: más que pedantería (que también), se considera como un ejercicio de exhibicionismo por parte del autor, que cuenta con las mismas simpatías que las del hombre de la gabardina en la vida real. Segundo: efectivamente, distraen al lector, desde dos perspectivas; el lector está más pendiente de quién es el tipo/a que se tira el rollo, que de la obra en si, y eso es pésimo para el negocio. Cuando el autor pretende "mira que culto soy" olvida que lo fundamental es: "lo único importante es la obra aunque la haya escrito un perro". La otra perspectiva la apuntan Amelia y Kabila...y millones de lectores que confiesan que los cultismos le distraen de la obra. Mal negocio.
    Aun comprendiendo los dos puntos de vista, traicionar el legado clásico recibido me sigue pateando el estómago. Por ello, no seré yo quien critique todo cultismo, sea o no, intencionado.
    En el mundo literario (actual) se acepta un punto de vista con algunas concesiones para el vocabulario "rebuscado". Que el lector acuda al diccionario, muy de vez en cuando, resulta razonable. También se tolera, tal y como apunta certeramente Hiperión, que la palabra culta sea la más acertada entre todas las posibles (lo que él define como encajadas como un guante); en caso contrario, se consideran fuera de lugar.
    En resumen, y a título personal, las palabras infrecuentes son necesarias pero deben usarse con extrema moderación.
    Aportado el criterio personal y el, digamos, académico-comercial, me gustaría conocer otros puntos de vista personales (o profesionales que discrepen).
    Saludos, por cierto, para Eva. Gracias por tu comentario. Por aquí solemos estar.
    Un abrazo para todos.

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  11. Buenas noches, me gustaría trasmitir una idea desde el punto de vista de lectora.Estoy de acuerdo en cuidar el lenguaje porque estamos perdiendo mucho vocabulario ,pero en la mano de los docentes y personas que se dedican a trasmitir la cultura por cualquier medio,está evitar que se produzca esta perdida .
    Si queremos desterrar(/ la literatura del sms), deberíamos empezar por motivar a todas las personas que por razones varias han preferido lo mas fácil comunicarse con otro lenguaje si para esto hay que ofrecer literatura con relatos que capten su atención, y los estimule a seguir leyendo a costa de no utilizar un lenguaje demasiado rebuscado, creo que ganaríamos todos .besos

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  12. JUAN DIJO:

    Hola Kabila.
    Hoy en día, literatura es igual a negocio (con carácter general). He transmitido mi opinión personal, que no es otra que el respeto y cuidado extremo por el lenguaje. No obstante, si se me permite un desafortunado símil, me gusta fumar a sabiendas de que el tabaco es nocivo. La literatura no es sinónimo de cultura, entendido en términos que los poderes públicos están obligados a una especial protección, en extremos tales como: el Estado (la Autonomía o el Gobierno local...) editarán libros para su difusión general. La literatura es entretenimiento; el lector paga por ello, y el editor se cuida mucho de ofertar lo que se demanda, ganando dinero con ello. Nada tiene de malo; un negocio como cualquier otro, en el que el empresario no practica la política de dispararse en un pie en pro de la cultura o de la puñeta en verso. En otros términos, me he limitado a realizar un copiar/pegar (en términos informáticos) de los que se encargan en difundir la cultura escrita (los editores), y los autores, o respetan las reglas de quien paga, o no comen. Es lo que hay, guste o no. Mi admiración por todo aquel valiente que no comulgue con la norma, aunque nada leeré de él; no le publicarán. Las reglas del mercado van mucho más allá del vocabulario. Un ejemplo más (de tantas normas que no estudiaremos): los mensajes, las "moralinas" o cómo queramos llamarlo. La gente no paga para que le adoctrinen o le echen un sermón. Miles de personas escriben con ese único fin, y con un resultado inequívoco: su obra se queda en el cajón, sí o sí.
    Viene muy a cuento poner un ejemplo que tenéis cercano: Delibes y "Cinco horas con Mario". Nadie discute del talento del autor y de que su obra es historia de la literatura. Es de otra época, donde regían normas distintas. Hoy, Pepito López escribe la misma obra (si no estuviese ya escrita, claro), y no se publicaría jamás. Como tantas otras obras maestras de la literatura. El monólogo interior o flujo de conciencia, como dije una vez, poquito y bueno, o a ser posible (editor dixit), ninguno. "Cinco horas con Mario" es soliloquio, monólogo, o en bruto: monodiálogo. Un editor le diría a Pepito López: bonito papel para reciclar.
    No me extiendo más. Habría que hacer otro taller con más de diez sesiones para explicar lo que NO se debe escribir en los tiempos que corren.
    Besos.

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  13. buenos dias, estoy de acuerdo con que todo es negocio, solo expresaba mi opinion como lectora, es mas cinco horas con mario ya que la citas, si no es porque la he visto tres veces en teatro seguramente no hubiera tenido el interés de leer la obra, pero antes del club de lectura ya tenía intención de leerla, claro que tiene que haber opiniones como personas somos, la literatura es diversión , conocimiento, aprendizaje ... pero yo me refería que nos inculcan la lectura como algo forzado, si no lees a Cervantes poco menos que eres imbécil, y esto crea rechazo por parte de algunos posibles lectores ,por eso decía que es preferible hacer cosas mas comerciales que llegue a mas gente, y conseguir engancharlas .
    !!!Deja el tabaco hombre es caca!!!besitos.

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  14. Buenos días. Tienes razón en que la "lista" de libros con la que nos educan no es voluntaria y, para colmo. no es moco de pavo. Esto de leer tiene muchos fines, y entre los que citas, añadiría, por ejemplo, leo para matar el rato mientras viajo en metro y porque tengo el Mp3 roto. O leo al acostarme, para coger el sueño...
    Habrá mucha gente que lea por estos motivos, digamos, curiosos. Siempre he respetado todos. Y, por supuesto, estoy de acuerdo en que la lectura llegue a cuanta más gente mejor, cualquiera que sea el contenido de los libros.
    Lo del tabaco, si que es caca. Sin discusión.
    Besos.

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  15. buenos dias, has dado en mi frase tabú, pero no precisamente concerniente a la lectura, eso de matar el tiempo me pone de mal humor, por no decir otra cosa..,leer cuando se tiene el mp3 roto tampoco lo veo mal, para distraerse hay muchas alternativas, y lo de coger el sueño pues mira, tampoco esta mal, porque el insomnio es horrible.Si leer sirve para aliviar males pues mejor que "snifar caca", menos mal que en esto ultimo coincidimos . besitos

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  16. Leer para matar el tiempo (lamento el desasosiego que te produce la cuestión...En todo caso es involuntario por mi parte) es tan viejo como que en la consulta de un médico, mientras esperamos a que nos reciba, elegimos el ejemplar del Hola, Lecturas, etc, más manoseado del lugar. Y estamos de acuerdo en algo más que los perjuicios del tabaco. De hecho, suscribo tus palabras de que la lectura se impone por la fuerza desde el colegio. Las crueldades que se cometen (o se comentían, que ando un poquillo perdido hoy en día)no tienen nombre. Ya que mencionas a Cervantes, El Quijote es una de ellas. Me refiero al Quijote por cojones. Como si un niño/a de 10-15 años entendiese alguna de las frases históricas de sus personajes, o tuviese algún interés en el siglo XX-XXI las mofas sobre las novelas de caballerías. El tema es tan actual como lo pueda ser la novela pastoril...
    El sistema debería ser otro y, a su vez, esto generaría otro debate.
    Besos.

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  17. Buenos días,aunque por la hora ya podrían ser buenas tardes, pero es que anoche anduve de farra...
    Bonito debate, y esta vez no he sido yo la que lo inicia. En cuanto a lo que dice Pepe respecto del cultismo y si resulta pedante opino que, si se hace a conciencia como confiesa o con intención de divertimento más que de sentar cátedra, me parece bien. Y nunca está de más tener que recurrir al diccionario de vez en cuando, manía ésta que se nos está olvidando y es una pena. Cuando era niña cogía el diccionario muchas veces para saber qué significaban palabras que no entendía, o para encontrar la raíz de la que venían; también lo usaba para buscar palabrotas, todo hay que decirlo. En cuanto las lecturas por obligación hay mucha miga para debatir. Habría que empezar por una reforma en la educación desde la base; a mi entender, nuestro sistema educativo es hoy por hoy un batiburrillo sin sentido. Parece como si los distintos gobiernos que hemos padecido, se hubieran empeñado en meter todo junto y sí revuelto. Desde hace muchos años se adopta cualquier novedad sin pararse a pensar en el resultado que dará. Y ésto es sólo la punta del iceberg, habría que profundizar mucho más.
    Estoy de acuerdo con Juan, (y cada vez me sorprende más que coíncidamos), en que el uso de palabras poco frecuentes o "cultas" si vienen al caso y se adaptan al texto está más que justificado. A mi personalmente, (ya lo dije cuando comentamos La Caverna), me cautiva especialmente la variedad de nuestro idioma. No soy imparcial. Me fascina la posibilidad que tiene el castellano para decir una misma cosa de innumerables formas. Para mí es un juego. Y hasta podemos encontrarle un efecto terapéutico. Jugar con las palabras mantiene la mente ágil (y la lengua suelta).

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  18. Convendremos en que las personas sensatas pueden coincidir en más de una ocasión sin que resulte preocupante.
    De otra parte, quien escribió La Caverna no estuvo sometido a las mismas reglas de juego que los escritores actuales. No había diez escritores por metro cuadrado, y la intelectualidad estaba en manos de un reducido grupo de notables. Así fue por generaciones, que hoy suenan a pasado muy añejo. Pudieron (y lo hicieron) dejarnos un legado, y ojalá pudieramos (que no podemos) conservarlo para generaciones venideras.
    Lo de la cultura daría para un debate interminable. Yo no pertenecí a la generación de la letra con sangre entra, pero si regía el léete esto por cojones. Era una invitación clara para acabar apostatando. Se salvó quien pudo. Hoy no sé cómo irá la cosa, pero nada bueno me temo.
    Besos.

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  19. Por cierto, que lo dejé en el tintero; para Kabila: que nadie te venga con su impresionante currículum lector. Aquello de lo que presumía el jactancioso, otrora rey del pollo frito, no sé qué, ahora, de la SGAE, quien medía su inteligencia por la , cito: "cantidad ingente de libros" que parece ser tenía almacenado en su disco duro. Esto de los libros, al igual que el dinero, quien lo tiene no presume de ello (hablar no es sinónimo de presumir, conste, y si no, el diccionario es testigo). Quien no haya leído a Cervantes, puede tener una vida plena. Conocíendote, no creo que te dejes timar por estos especímenes "culturilla".
    Y para todos los demás. Con la llegada del frío, apetece una tertulia literaria al calor de un café y algunos pastelitos. Supongo que no discreparéis conmigo en este extremo. Puede que, por una vez, hubiese unanimidad. ¿O no?
    Saludos a todos/as.

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  20. Con el hambre me comí una tilde. A lo mejor, lo de los pastelitos es cosa mía, pero el resto, supongo que resulta apetecible.

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  21. Kabila, dime a que hora estarás por la copistería, para que me de tiempo a esconderme convenientemente. Respecto al tema de la lectura, opino más o menos como vosotros (sobre todo como nuestro discreto y ponderado jefe y guía): la lectura no ha de ser tomada como una actividad selecta para gente cultivada, sino que es una herramienta que cada cual utiliza como le viene en gana: desde la mera distracción a las más profundas reflexiones. Yo mismo, cuando cojo un libro, unas veces lo hago con unas intenciones y otras con otras. Es como el cine, hay películas para todos los gustos. La diferencia es que todo el mundo va al cine y solo un pequeño porcentaje de gente es capaz de ponerse a leer un libro, por lo que la visión que se tiene de la literatura es como de actividad solo para iniciados. Qué gran error...

    Por cierto Juan, ya tengo hechos los relatos. Esta vez vas a estar muy orgulloso de mí, que no he llegado al final del folio (guiño, guiño)

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  22. Casi amén. Coincido con la reflexión que has hecho y en su comparación con el arte del cine. Conforme también con tu respetuosa petición a Kabila. Creo que va a ser atendida. Se te ha colado una frase que me huele regulín; será el teclado...será tu frenética actividad bloguera (un respiro hombre, para poder leerte en condiciones...). Y tu último comentario, que con un guiño tengo claro lo que es, pero con dos, ya no sé si es un tic nervioso, no intuyo nada bueno. Que los miembros del club te juzguen, según tus merecimientos. Orgulloso, en verdad, lo estoy de todos y cada uno de ustedes.
    Un abrazo.

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  23. buenas tardes queridos tertulianos virtuales,verás Juan como no tengo problemas en confesar segun que cosas te diré que suelo escuchar a las personas pero no me dejo impresionar con este tipo de cosas ya se que hay muchos fanfarrones , supongo que el rey del pollo frito es Ramoncín pues no me importa que tenga muchos libros , es más de Cervantes leí cuando me obligaron pero ahora prefiero a stieg larsson , igual parece una aberración pero me ha hecho disfrutar mas que el Quijote,y por supuesto que mi vida no tiene pesar por este motivo, pero vamos que tambien me gusto la elegancia del erizo, y cronicas de una muerte anunciada osea que voy patinando segun me parezca y no tengo problema con esto, si es verdad que tengo varias espinas clavadas que las estoy sacando poco a poco y curando las heridas, y hablando de otra cosa, la tertulia me parece perfecta, el café tambien y los pasteles idem que te comas las tildes me encanta, pues te hace mas humano jeje y en cuanto a Miguel me dijo que iba a la copisteria a copiarme y resulta que tiene los deberes hechos y con nota, porque se ha esmerado hasta en el tamaño de su relato. Pues que sepas que yo tambien los tengo hecho a mi manera eso sí con esfuerzo pero sin alardes, asi que antes de ir a mi biblioteca favorita pasaré por la copistería sobre las 18h que dicho sea de paso parece que es el refugio de los espias ,pero no vale copiar eh?besitos

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  24. Tu ves Miguel. Kabila te ha dicho lugar y hora. Solo basta con pedirlo con amabilidad.
    Sí, era el inconfundible Ramoncín, un intelectual imprescindible.
    Yo también ando patinando de un extremo a otro de la pista.
    Y nada, café y pasteles, cuando digáis.
    Besos.

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  25. Bueno, bueno, bueno, parece que el blog vuelve a tener su tono habitual. Miguel ya que Juan no te lo ha dicho claramente lo hago yo. Especifica eso de las intenciones al coger un libro, mira que hay mucho malpensado por ahí y se podría entender cualquier cosa. A la tertulia, hombre, pues quiero apuntarme yo también. Al comentario sobre el tristemente famoso rey del pollo frito, pues decir que aunque no suelo alegrarme del mal ajeno, ha salido una noticia sobre la posible ilegalidad del puñetero canon digital que sí me ha alegrado el día. Porque además supongo que la noticia habrá amargado al "soberano" este. Y a mi amiga decirle que siga patinando por donde quiera, que así, picando de aquí y allá también se aprende mucho. Para muestra basta el botón de este Taller que nos tiene a todos encandilados.¡Si hasta el coordinador dice estar orgulloso de nosotros!

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  26. pues para seguir por el buen camino, diré que para mí lo imprescindible es la buena gente, que mas da si lees el erizo o a julio verne, una buena tertulia con gente interesante , y un cafelito por medio es un lujo que vamos!!ni comparación con el pollo frito ese, claro que hay que aclarar que cada uno tiene sus favoritismos,siempre que no sea un fantoche en el amplio sentido de la palabra pues que lea lo que le venga en gana, por cierto ayer me tocó visita cultural y fui al museo picasso en la puerta me encontré a pepe y le comenté la exposicion de juguetes , a mi me encantó y además fui al museo del vidrio que también es recomendable aunque yo salí fastidiada por estar de pie tanto rato, en fin que no solo de leer vive el hombre. besitos

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  27. Maty dijo: Yo añadiría que el lenguaje se debe ceñir, al carácter del personaje que relata la historia, a su época y a su hipotética cultura.

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  28. Debo matizar tu apunte, Maty. Resulta correcta tu afirmación, si la premisa es la narración en primera persona, donde el contexto histórico y cultural debe ser tenido en cuenta en el lenguaje para que la historia resulte creíble. Válido también para los diálogos, donde debe tenerse en cuenta la citada norma a los mismos fines.
    No así para la narración en tercera persona (narrador video o para el omnisciente), donde el que cuenta la historia jamás forma parte de la misma, y por lo tanto, puede utilizar el lenguaje que considere oportuno. Es ahí donde debatimos sobre gustos particulares. Otra cosa son los dogmas impuestos por los profesionales. De acuerdo o no, no pueden discutirse las reglas del juego si se quiere jugar.
    Gracias por tu aportación. Por aquí andamos hablando de nuestras cosas. Regresa cuando quieras.
    Saludos.

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