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viernes, 15 de octubre de 2010

Metemos tercera.

Por Paco Torres.
"El mensajero".
Allí, en el saliente del amplio ventanal que la cristalera había convertido en mirador, estaba: el pájaro; no sabía su especie.
-Tienes visita Alfredo-dijo Andrés, el socio del despacho-. Además, parece que te mira atentamente.
-No lo parece, me mira. Desde que apareció, hace unos días, no hace otra cosa que mirarme.
-Menos mal que solo es uno-bromeó el compañero.
-Ríete si quieres, pero estoy seguro; su mirada es maléfica y viene a fijarla en mí. Mientras estoy aquí, por mucho que golpee el cristal, no se va.
-Deberías descansar un poco más-comentó el otro con tono preocupado, antes de salir.
Cuando Andrés llegó al lugar del accidente ya se habían llevado el cadáver destrozado de Alfredo.
-Me han avisado demasiado tarde-reprochó al único policía que había allí.
-A usted solo se le ha avisado porque el coche estaba a nombre del despacho del que ambos figuran como dueños-dijo el de uniforme.
Irritado por la frialdad del policía, preguntó, ya que no se veía señal del accidente: -¿Dónde ha sido?
El policía le indicó señalando: -No se ve. Se ha despeñado por allí. ¡Allí! Donde se acaba de posar el pájaro.

7 comentarios:

  1. Por fin un texto de Paco. Ya tenía ganas de ver algo suyo por aquí. Buena elección para mi gusto. Aunque otras cosas con las que nos ha ilustrado me gustaron más que éste, ya le tocaba.
    Felicidades.

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  2. Me alegra que la elección te parezca buena. En justicia, ese ha sido el único criterio para subir el texto; no hay más. Puede que hayamos disfrutado de otros relatos mejores (suyos), pero vuestra soberanía dio su voto a otro/a.
    Veremos quién será el/la próximo/a que se lo gane a pulso.
    Besos.

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  3. muy bueno el relato de Paco,pero voy a citar otro que se quedó en mi mente que fue el del soldado, la verdad es que teneis madera de escritores , es un lujo leeros y oiros de verdad, un beso.

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  4. Eduardo Mendoza : Premio Planeta 2010.

    Algunos se alegrarán , otros menos .

    Besos de una noctámbula.

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  5. Kabila, me alegra que pienses así. Inclúyete tú también en los parabienes.
    Annick, ya he contestado a tu noticia en el anterior hilo. Pésimo desayuno. Necesito digerir el asunto con calma.
    Saludos.

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  6. Hola de nuevo. En primer lugar certificar que el texto escrito , cuando se trata de diálogos, gana mucho de ser leído a ser escuchado, como ya le dije a Paco cuando nos lo presentó.
    Y en segundo lugar, aún siendo sábado por la noche y después de un viaje (casualidad) por el universo físico de Eduardo Mendoza, intentaré dar mi punto de vista sobre algunas opiniones planteadas, aunque sean en la entrada anterior
    Comienzo con la reflexión de que quien tiene mitos, ¡a estas alturas!, después tiene que sufrir cuando se le derrumban. Los que somos descreídos ya no subimos al pedestal ni al profesor del taller de escritura. De todas formas sigo recomendando la Vida de tres santos para quien quiere introducirse en la lectura de este autor. Pero si alguien quiere hacerlo de lleno que se enfrasque con La Ciudad de los Prodigios, por ejemplo.
    ¿En qué discrepo de fondo del tercer relato de la Vida de tres santos? Por no entrar en teoría de literatura, no estoy de acuerdo en que pueda haber texto sin autor ni contexto. En pocas palabras, no creo que una obra literaria se pueda construir con la única base de un conocimiento de las leyes y las técnicas de la teoría literaria. Es decir, sin pasión ni emoción de su autor, ni reinterpretación personal del lector. Aunque parezca mentira hay muchos que sí lo creen firmemente, y mi opinión es que el relato en cuestión se quiere apuntar a dicha tesis.
    Y por último, como soy el culpable de haber recomendado una obra con final feliz, voy a aguantar un poco antes de que consigáis que me retracte, y de momento reincido con el mismo autor y su libro Leviatán.
    Una saludo

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  7. Duras tus palabras, siempre ponderado Hiperión.
    Lo más cierto es que al tipo ese del taller habría que echarlo a los perros. Amén.
    Descreído es mi segundo apellido, y estoy pensándome permutarlo por el primero, si el Registro me lo permite. Eso no impide adorar a un único Dios; ahora: la nada. El único autor que me garantiza la satisfacción en todo cuanto escribe y que es un ejemplo para todo aquel que quiera escribir. Uno de los pocos humanos (españoles) más allá de las modas, los premios, la adulación...y no tiene otra cosa que presentarse(recalco esto)al premio con mayúsculas (jamás en términos de calidad, sino en prestigio y dinero). Con la certificación de su óbito, me declaro ateo y ácrata. Pero no pienso apostatar (en cuanto a su creación literaria). Seguiré disfrutando de su lectura; solo renegaré del que fue un ejemplo. Quiero pensar que, los Reyes Magos existen, y que E. Mendoza se presenta (y gana) el Planeta, para pitorrearse, como solo él sabe hacerlo, del premio. Los hechos me desmentirán, aunque la ilusión aún la conservo.
    En cuanto a la tesis que apuntas, y repitiéndome hasta el cansancio, lo entendí como la obra de un autor desencantado. Hoy, mi criterio se va al carajo. Ya no sé qué puñetas pretendía decir...
    Y, lo dicho: al tipo del taller, mandarlo también al carajo. Ganancia segura.
    Adiós.

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