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viernes, 10 de diciembre de 2010

Miedo a lo desconocido

Por Rosa Gatón.
Hace tiempo que tengo pesadillas, no puedo conciliar el sueño y me han dicho que tenga cuidado: hay un hombre malo que coge a las niñas.
Todos lo describen como un hombre alto, desgarbado, de cabello largo muy enredado, manos grandes agrietadas y las uñas negras, ojos hundidos y la mirada perdida.
Tenía miedo de encontrarlo en cualquier esquina: oía sus pasos cerca de mí y procuraba caminar a paso ligero para que no me diera alcance. Todas las niñas del colegio también estaban asustadas. Es difícil explicar cómo se puede sentir miedo de alguien que no había visto nunca, pero lo sentía.
Siempre iba acompañada, pero si alguna vez bajaba sola a comprar golosinas al quiosco, miraba bien a cada lado de la calle para asegurarme que no estaba ese hombre. Pasó el tiempo y supe sin tener que preguntar a nadie, que nos habían engañado; este hombre no hizo daño a nadie.
Nunca entendí por qué desde pequeños nos inculcan miedo hacia unas personas dándonos su descripción, estado mental, incluso el nombre sin haberle preguntado nunca cómo se llama, pero eso da igual, siempre será “el hombre del saco”.
Generalmente son mendigos, marginados de la sociedad y con las facultades mentales perdidas, cuyo único pensamiento es conseguir algún mendrugo de pan que llevarse a la boca; están demasiado ocupados en sobrevivir como para hacer daño a nadie.
Sin embargo hay otros “hombres de saco” y “brujas” con los que convivimos y nadie nos enseña a conectar la alarma; maltratadores, manipuladores, estafadores… que cuando tenemos noticias de ellos es porque nos han causado un dolor profundo y un daño irreparable.
Ahora que he conocido la maldad, quiero rendir homenaje a los inocentes “hombres del saco”.

11 comentarios:

  1. Menos mal que ayer estaba malita Rosa, me he sentido identificada con ese miedo al hombre del saco; cuando creces te das cuenta que lo han usado para limitarnos, una forma de controlarnos como otra cualquiera; también hay que ponerse en el lugar de quien nos ha metido esos miedos, que la mayoría nunca se han planteado el origen, cómo se lo han inculcado a ellos y con el automático puesto han seguido repitiendo lo que a le han enseñado. ¿Porqué no nos enseñarán en la escuela a pensar por nosotros mismos y a ser LIBRES? ¿Porqué tenemos que aprenderlo a costa de muchos errores y sufrimientos? En nuestras manos está no repetir esos patrones con nuestros hijos e influenciables, seamos conscientes de lo que que transmitimos, ¡enseñemos a que cada uno sea responsable de sus actos y libre de decidir! Un beso Rosa, ya ves que me ha motivado tu relato.

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  2. buenos días, gracias por tu comentario efectivamente todos nos vemos identificado por lo menos de oídas , y creo que todos los países tienen uno, osea que esto es universal hay interés en controlarnos... un besote

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  3. Cuando eres pequeño confías en todo el mundo, eres inocente, inventaron el hombre del saco para protegernos de la maldad, pero la visten fea y no saben que la maldad tiene muchos disfraces hasta del más cercano. Cuando empiezas a tener conciencia de todo, tu mismo te pones la coraza para protegerte, sin saber que hay todavía personas buenas. Al final pagan los que no tienen que pagar.
    Rosa gracias por los bombones y la sidra.
    Un beso de la maga curiosa.

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  4. hola maga, ya lo creo que hay disfraces más que en carnaval, lo curioso que quien te la pega es el más cercano y mejor presencia tiene.un besazo.
    Lo de la sidra es por ver si le seguimos dando buenas vibraciones a la biblioteca, gracias a todos vosotros. Rosa

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  5. Muy bueno el relato, muy descriptivo de unas sensaciones de la infancia. Yo creo que hoy día los nuevos hombres del saco son los banqueros y los brokers.

    Besos.

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  6. gracias miguel, no hace falta que sea banquero,por desgracia tenemos muchos alrededor. un besote

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  7. Uno de los mejores relatos de Rosa. Enhorabuena. Besos.

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  8. gracias juan, es que no quería verte con el látigo el ultimo día , ¿ves como he sido obediente?

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  9. Pues si, cuántos miedos se nos inculcan cuando somos chiquitos. Algunos no se van ni aún siendo adultos. Es una pena. Precioso tu relato, amiga :)

    Un abrazo.

    Loli y Mari Carmen Polo

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  10. Hola Rosa. Muy bien construido el relato con mesaje. La derechona o los comunistas, el jefe o la policía, el inspector de hacienda o la mala conciencia, el vecino o el inmigrante... Frente al otro acércate al rebaño y ¡arriba las vallas!
    Saludos

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  11. buenas noches, y muchas gracias por vuestros comentarios ya veo que todos tenéis un hombre del saco en vuestra mente. No debemos olvidarlo.
    Loli gracias y bienvenida al blog. besos a todos

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